Andrew Wiggins toma venganza en contra de su ex-equipo, Timberwolves. Minnesota suma su sexta derrota en fila

A veces, todo lo que necesitas es un poco de venganza para ponerte en marcha. Ese ciertamente parecía ser el caso de Andrew Wiggins, quien tuvo su mejor juego de la temporada, por mucho, el miércoles por la noche, liderando a los Golden State Warriors a superar a los Minnesota Timberwolves 123-110 para su décima victoria de la temporada.

Quedó claro desde el principio que Wiggins estaba buscando sangre, ya sea porque quería hacer un punto al equipo con el que comenzó su carrera, o simplemente porque era una buena noche para para el.

Wiggins anotó los primeros siete puntos del juego de los Warriors, y apenas estaba comenzando. La brillantez del marcador continuó durante una mitad verdaderamente perfecta: 22 puntos en 9 de 9 tiros, incluidos 2 de 2 tanto desde la línea de tres puntos como desde la línea de tiros libres.

Y sello la primera mitad con una de las jugadas del año.

Todo indicaba que iba ser una noche fácil para los Warriors ya que iban ganado por 15 puntos en la primera mitad y parte del tercer cuarto ya lo ganaba por 20 puntos. Pero los Timberwolves no dejaron de pelar y cuando Draymond Green tuvo que salir del juego por una contusion en su muslo derecho ahi fue cuando Minnesota empezó su ataque. 

Tiro tras tiro fueron anotando hasta cercarse a 4 puntos de empatar el encuentro. Anthony Edwards, anotó 48 puntos en 16 de 27 lanzamientos, también el ex Warrior D’Angelo Russell, tuvo 15 puntos, Karl-Anthony Towns 19 tantos y 12 rebotes. Todo esto al final no fue suficiente ya que Wiggins volvió aparecer para cerrar el juego y asegurar la victoria para su equipo. 

Nota escrita por: Juan Robles | @JRoblesBV

Imagenes: @GoldenStateWarriors

Minnesota/Bereavision